lunes, 4 de enero de 2010

¿Emprender en innovación o en tradición?

El otro día tuve un interesante debate con unos compañeros tutores del Instituto de Empresa, sobre si era más conveniente emprender en sectores innovadores o en sectores más tradicionales.

Una de las conclusiones podría ser que en las primeras experiencias emprendedoras se tiende a buscar los sectores innovadores, por el hecho de pensar que estamos dando con una idea que nadie ha tenido antes y que será un boom. Sobretodo, los que somos "tecnológicos", nos gusta emprender en sectores innovadores, pues es en éstos donde nos sentimos cómodos y pensamos que es donde más podemos aportar. Lo cierto es que son sectores bonitos, que dan mucho pie a tener grandes sueños.

Pero, como contrapartida, parece que los sectores innovadores acaban cansando y estresando más al emprendedor, pues siempre se vive con un alto grado de incertidumbre... se pasa mucho tiempo desarrollando un producto, con la esperanza (o el sueño) de que funcionará en el mercado, pero con la emocionante incertidumbre de si la esperanza (o el sueño) se cumplirá o no.

Y es cuando estamos hasta el cuello de vivir con tanta incertidumbre cuando nos empezamos a plantear si no sería mejor emprender en un sector tradicional, algo que sepas que algo cuesta X de producir, 2X de comercializar y que va a generar 4X ingresos. Obviamente, también existirá incertidumbre de si el producto tendrá cabida en el mercado, pero creo que esto dependerá más de si hacemos bien el trabajo.

Parece que a todos nos apetecía diversificar nuestras actividades y empezar un día con algo relacionado con un sector tradicional.

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